Unica en su género,
esta base documental
multimedia contiene todo el material que no se encuentra en
publicaciones especializadas en el fenómeno y, además, de lo
divulgado, un reprocesamiento
que también es inédito.
Solamente la info,
para aproximar con una idea meramente cuantitativa, es la
equivalente a 15 libros,
más de 4 horas de música
futbolera argentina, latinoamericana y europea, sonido
ambiente tribunero, testimonios
directos, algunos recuerdos
lacerantes, reportajes
y comentarios
especiales, a lo que se debe agregar infografías
exclusivas. Todo con un motor
inteligente para los rastreos y una arboladura tal de links
que no hay lugar desde el que se acceda que no le permita
al usuario, siguiendo los caminos indicados o eligiendo un ruteo
propio, no recorrer todo el resto. Si es que tiene aguante...
Mientras se
termina con la versión
final, cosa de irse enterando de qué se trata y haciendo
las reservas
correspondientes, se pone a disposición de todos los interesados
una demo para que
la vayan degustando. Por razones de volumen, está repartida en dos
partes más o menos iguales, cosa de bajarlas de una vez o
de a una por subida a la red. Una vez en el rígido de cada
equipo, con el WinZip
darle a la descomprensión y, solito, este programa hará una
carpeta basedoc y
los correspondientes subdirectorios
para ubicar todo el material.
Vamos de una vez.
Un clic por pelotita
y dejarla detenida:
|
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Déle
aquí, suavezón, y comenzará a bajar la basedoc1.zip.
Suerte, che. Y que sea con salú.
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Otro
acá, también suave, y seará a bajar la basedoc2.zip.
Más suerte. |
Un material
permanente, de consulta,
útil para cualquier circunstancia. En partes o totalmente,
además se puede imprimir. Los TXTs
se pueden mandar aparte, con cualquier procesador y/o editor para
reprocesarlos, marcarlos, cambiarles fuentes, colores, tamaño, resaltarlos,
etc. Si ya esta demo
le va a resultar más que útil, puede ir haciendo los
cálculos...
A propósito, tanto que se ha
dicho y escrito sobre el tema, si por lo menos quiere tener una
aproximación a la función que cumple y uno de los motivos
esenciales por los que nació la barra
brava, puede contar con la inmerojable alternativa de un
archivo sonoro con un mixing
exclusivo del repertorio completo de la más afamada, darle
volumen, tratar de seguir haciendo algo, ni intentar imaginarse lo
que debe ser con pantaloncitos cortos, en un partido decisivo, en
esa cancha, y tratar de agarrar una pelota, una sola, cuando
durante 90 minutos, meta bombo y trapo, le dan a lo mismo como
quién lava, prácticamente en la oreja. ¿Por qué no hace la
prueba? Si total no es nada más que un mundo
virtual...
Como complemento, también con las
mismas aptitudes, la más completa biblioteca
de ciencias sociales y
deportes que cuenta con la ventaja que si está en la red,
desde el CD, puede tirar los jumps
que lo llevan directamente a la página y al material indicado.
No se trata de un obituario o de
una mera recopilación necrológica, más o menos felizmente
adornada con lo impactante de la bijouterie del packaging que
está de moda y que ha pasado a convertirse en lo esencial de una
sociedad hueca, tan carente de acontecimientos como de futuro. Cada
víctima fatal tiene todas y cada una de sus circunstancias,
llámese fechas, partido, el resultado, su condición, simpatías
o fanatismo, el medio utilizado para ultimarlo, si está impune, o
sea, todas las otras relaciones que lo exhuman
de la condición numérica de estadística
en que el stablishment
lo volvió a asesinar de nuevo por los dudas y aquí lo devuelven
a la condición humana
que le arrebataron
por haber cometido el delito
de ir a presenciar un
espectáculo donde estaba en juego
la superioridad deseada.
Todas. Por supuesto, del mismo modo, el entorno
sociopolítico en que los hechos ocurrieron. Asimismo las
apoyaturas bibliográficas generales que permiten contar con el marco
teórico imprescindible que le evite el empacho
con data imposible de metabolizar, tirada a mansalva con Itaka
como es el hábito informativo diario. Por ejemplo, para botón de
muestra, en lo que se refiere al dichoso Súper
Clásico, se acabaron los lacrimosos y guitarreros lugares
comunes que pretendieron entronizar como folclóricas causas. Se
sacan a relucir todos los trapitos
al sol y, por supuesto, hablando del tema, que le vayan
diciendo adiós a
las candorosas versiones de las carrozas
de carnaval y los barquitos
de lejanas tierras. Los colores
son el tótem
identificatorio para la confrontación y el motivo por el
cual se porfía, se
mata o se muere
de manera ritual y simbólica en las estipulaciones iniciales,
pero cada día de manera más explícita, para colmo haciendo cultura
y preanunciando la manera en que se va a lidiar, matar y morir en
el resto de la sociedad.
Entre los aportes, aparte de ser
otra trabajo más de quien hace ya casi dos décadas fue el
primero en advertir que el punto
de inflexión se había producido en 1958,
después de la catastrófica perfomance deportiva en Suecia,
también se completa el agregado nada desdeñable del sesgo único
que aportaba el fenómeno el haber sido un país que gracias al Fútbol
Espectáculo, de la mano de herederos del General ya
aggiornados entonces, tras la batuta ideológica de un capitán
ingeniero, desde el año siguiente pusieron toda la carne
al asar para la nada desdeñable tarea de instalar la Economía
Social de Mercado en este microcosmos mientras
temporariamente fracasaban en la macrosociedad
e iban a tener que esperar tres décadas, genoicidio mediante,
para lograr el mismo objetivo a gran escala y conseguir el mismo
resultado: gambetitas muy vistosas en un m2,
pero una jibarización,
un zapato chino y un default
económico generalizado con la contrapartida de
obscenos enriquecimientos individuales que hicieron punta y
se los miró despectivamente creyendo que eran meramente
deportivos o problemas de cuarta, entre negros.
En este sentido, ahora mucho más completo y con toda la potencia
que permite la informática, el contrapunteo
de lo presuntamente deportivo con su entorno permite ver, con el
paso del tiempo, los alucinantes mensajes
de alarma que se envió desde todas las canchas y que
taparon los papelitos
y el aguante, sobre
todo el aguante,
siempre el aguante...
Todas las refencias y puntuales en
torno a lo que también desde su momento fue un hallazgo, como es
la irrupción, desde el segundo título mundial en 1986,
de las muertes remotas
y junto con el arrasamiento del cable y la tevé satelital, la repetición
virtual del escenario deportivo y del conflicto, mostrando,
hasta con un poco de pavor, que la infraestructura
colonial que dejaron los españoles, abulonada por el
tendido ferroviario inglés sobre el que se asentó y permanece el
fútbol, ha dejado
intacto el mundo agrario
de una Argentina
que sigue teniendo al Gran
Puerto como emblema y paradigma, además de sus dos grandes
clubes, con una cuna y un origen muy especiales, juegan hasta el
hartazgo el único partido
nacional de una Nación
que nunca tuvo un campeonato
nacional o, inviertiendo los términos sin que se altere el
producto, un esmirriado campeonato nacional de un país que nunca
llegó todavía a ser Nación, depende de cómo se mire. O, si se
quiere, dependiendo desde
dónde se lo mire: si desde la popu o la platea oficial...
Trabajos completos de cientistas
sociales, tanto argentinos como extranjeros, aportan una verdadera
biblioteca especializada, buena parte de ella inédita.
Reflexiones y elaboraciones fundamentales de Eduardo
Archetti, Bernard Jeu, Roberto Di Giano, Christian Bromberger,
Gastón Gil, Michael Raspaud, Julio Frydenberg, algunos
traducidos especialmente, se convoyan con informes de
publicaciones como la inglesa The
Economist o TXTs inusitados como los de Ezequiel
Martínez Estrada, Eduardo
Galeano, George Orwell o Mario
Vargas Llosa, que apuntan desde diferentes ángulos a
iluminar un mismo espacio, hasta ahora lleno de confusiones,
gritos, clamores, bullanga e irracionalidad.
El CD aporta, incluso, todo el soft
necesario, gratuito, sin limitaciones de ningún tipo, al
estilo de los demos
o los trials, que
le permiten ver, rastrear y escuchar en los diversos formatos, con
documentos auxiliares
o pantallas de ayuda
que no lo dejan solo al usuario en ningún momento. La
característica principal de la estructura de esta base documental
multimedia la convierte en una referencia tan imprescndible como
a mano para cualquier consulta que surja en cualquier momento. Sin
contar, como es obvio, que entre sus opciones se encuentra la de imprimir,
total o parcialmente, aquellos TXTs
que se considere útil tenerlos en papel y leerlos reflexivamente
de la única forma que sigue siendo irremplazable
o bajarlos a disco
en el formato que se desee para armar sus propias carpetas o
archivos.
Más de tres
cuartos de siglo del deporte que mayor grado de desarrollo
y organización ha tenido en la historia
de la humanidad desde que irrumpió en una taberna
masona londinense por la década de 1860, pero cuyos orígenes
reales se remontan a la antigua Grecia
del desdichado Edipo,
el que se llamaba así por los pies
redondos, y que el que difundió en esta orilla del brazo
de mar al que le llaman río, un maestro
escocés, dejó su impronta para siempre y los nativos del
lugar le supieron dar un sesgo
muy particular y distintivo, no solamente en la forma de
tratar la pelota sino también en la forma de matar y morir por
ese valor supremo
en que desde siempre se constituyó el fútbol.
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