El
libro electrónico
no abandona el formato clásico, secular, a secas,
sin apellido, y en cambio incorpora para beneficio
del lector todos los aportes de la Hi
Tech.
Ilustraciones
y sonido, más
la contribución incomparable e infinita del hiperTXT,
a todo lo cual se debe agregar la posibilidad de imprimir
sólo aquello que nos interesa o todo el volumen, lo
vuelven cada día más tan insustituible como
imprescindible.
No
se puede ni se debe olvidar que aún están sin
explotar todas las posibilidades expresivas
de este nuevo sostén. Hasta ahora sólo se elogian,
valoran y aplauden las comunicativas.
El otro es un largo camino y ya algunos han comenzado.
Nuestra
editorial electrónica
multimedia es la más clara y rotunda muestra que
para este tipo de emprendimientos lo único necesario y
costoso es la computadora.
Bueno,
también los autores,
claro.
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